Como indiqué en la entrada anterior intento
escribir sobre cosas que merezcan la pena o que al menos me resulten curiosas.
Pero ahora que tras la anterior entrada, que venía motivada por la indignación
que venía rumiando, tras haber visto un poco por encima un caso famoso (al
menos al otro lado del charco) creo que merece la pena escribir sobre él.
No
me voy a liar con cuestiones legales (que nadie se asuste) por ir dirigido a un
público indeterminado y porque no creo que a nadie le interese lo más mínimo.
Simplemente he de mencionar que es un ejemplo de "Punitive damages",
figura propia de los sistemas legales anglosajones, que no se encuentra en
nuestro Derecho y que son las típicas "indemnizaciones exageradas que
salen en las películas" (aunque a más de uno le rechinen los oídos y le
salga espuma por la boca al leer esto).
Para
irnos poniendo en situación, en el año 2010 Toyota y su modelo Prius de mayo de
2009, reconoció que varios modelos de sus vehículos híbridos
contaban con un defecto en el sistema de freno hidráulico, que hacía que
reaccionase con lentitud cuando hacía frío, lo que implicó que se tuviesen que
retirar más de muchos coches en todo el mundo (y su Director General fue
interrogado en el Congreso de EEUU). Pero como todo, el tiempo pasa y si una
compañía es eficiente y hace los deberes, se mantiene en el mercado.
El
caso que nos ocupa y que viene a colación con los problemas en los coches, es
el de Jablonski v. Ford Motor Co. (Jablonski contra la Corporación Ford). ¿Qué
sucede cuando se presentan demandas en EEUU contra empresas que actúan con mala
fe? Vayamos por partes.
La controversia en este caso era sobre la seguridad de los depósitos de gasolina en varios vehículos de la plataforma Ford Panther (un esquema que usaron los vehículos descritos a continuación): Lincoln Town Car, Mercury Grand Marquis, Ford Crown Victoria y su versión para persecuciones policiales (el Ford Crown Victoria Police Interceptor) porque sí, esos vehículos existen.
Sin
entrar en cuestiones técnicas y simplificando, decir que todos esos vehículos
llevaban el depósito de gasolina instalado en el eje trasero del coche, entre
las ruedas traseras (a diferencia del resto de coches, que llevan instalado el
depósito delante del eje trasero). Siempre se intenta buscar un lugar
donde no le afecten las deformaciones por impacto, ya que un impacto puede
llegar a comprimir y calentar tanto el combustible que el depósito se incendie
y, en el peor de los casos, explote.
Esta
cuestión no era nueva y no se limitaba a los que seguían el esquema Panther,
puesto que unas décadas antes hubo un modelo, el Ford Pinto, que le ocurría
exactamente lo mismo (y si no mira el video):
https://www.youtube.com/watch?v=3G_dt-lQVS8
Ford Pinto |
En 2003, en el Condado de Madison, Ilinois, el
coche de Dora y John Jablonski (Un Lincoln Town Car de 1993) se detuvo por unas
obras en la construcción de la carretera I-270. Un
conductor que iba detrás de ellos, se distrajo mientras buscaba sus gafas de
sol y no se percató de que el tráfico se había detenido, por lo que
impacto contra el coche de los Jablonski a una velocidad de entre 56 y 65
millas por hora (aproximadamente entre 89 y 104 kilómetros hora). Como
consecuencia del impacto el depósito de gasolina del Lincoln se aplastó y
se prendió fuego al coche, causándole la muerte al hombre y quemaduras a la
mujer.
Un Lincoln Town car de 1993 |
Un
jurado finalmente otorgó una indemnización 43 millones de dólares en daños y
perjuicios a los demandantes, incluyendo $ 15 millones en concepto de Punitive
Damages. Los
demandantes alegaron que el tanque de combustible del Lincoln había sido
diseñado negligentemente y que además Ford había incurrido en una conducta
deliberada e injustificable al no informar a los propietarios de los vehículos
del tipo Panther del peligro de estos depósitos y no haber procedido a su
retirada o su sustitución (porque conocían el defecto). Un informe de
ingeniería de Ford de 1971 estableció que modificar el depósito para volverlo
seguro, implicaría un coste de 9, 95 dólares por vehículo y se decidió no
modificar el diseño de los vehículos del "tipo Panther" a partir de
1979.
Si
bien los vehículos policiales (los de persecuciones a los que aludía
anteriormente) fueron actualizados por medio de unos kits, en ningún momento se
notificó a los propietarios de vehículos civiles.
Ejemplo de versión Interceptor |
Ford protestó por la admisión a prueba de una lista con 416 presuntos incidentes similares que involucran incendios pos colisión en este tipo de vehículos.
Como
decía al principio no es único este caso: A inicios del verano de
1999, un jurado de California dictó un veredicto en concepto de Punitive
damages por importe de 4,9 millardos de dólares estadounidenses contra General
Motors. En el día de Nochebuena de 1993, Patricia Anderson y dos familiares
suyos sufrieron horribles quemaduras en más del 60 por 100 del cuerpo al colisionar
e incendiarse su Chevrolet Malibu, un viejo modelo, cuyo depósito de gasolina
estaba situado muy próximo al parachoques trasero. La indemnización
compensatoria fue de 107 millones de dólares, siendo el record en
indemnizaciones hasta la fecha.
Conclusión: respondiendo a la pregunta que lanzaba al principio hay que decir que al final si obran de mala fe terminan pagando tarde o temprano pero ¿no es triste? ¿no sería mejor gastar un poco y evitar sufrimiento y dolor innecesario a la gente? por eso en ocasiones dan ganas de decir aquello de:- Paren el mundo que me quiero bajar. Menos mal que estas cosas no son "tan habituales" y tienden a desaparecer, que es el verdadero mensaje, el de la esperanza.
"Cada vez que un hombre defiende un ideal, actúa para mejorar la suerte de otros, o lucha contra una injusticia, transmite una onda diminuta de esperanza." Robert Kennedy.
Aqui la Sentencia de Jablonski v. Ford Motor Co: https://www.state.il.us/court/Opinions/SupremeCourt/2011/September/110096.pdf
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